¿Es igual una clase presencial que una online? ¿Se aprende lo mismo? ¿Cuál es mejor y por qué?

¿Es igual una clase presencial que una online? ¿Se aprende lo mismo? ¿Cuál es mejor y por qué?


La crisis del coronavirus ha sido determinante en este curso forzando a los estudiantes a verse obligados a recibir parte de sus clases de forma online, pero, ¿realmente es tal la diferencia entre los dos métodos?

Actualmente el sistema educativo solo contempla para la enseñanza el recitar los contenidos teóricos, a veces acompañado de contenidos multimedia y la esperanza de que el alumno asimile todos esos conocimientos para el examen. Esta forma de educación al final solo exige al estudiante su constante atención y los métodos que el utilice para hacer sus apuntes por lo que sin aplicaciones prácticas en la enseñanza no existe ninguna diferencia, aparte del contexto físico, entre una clase presencial y una online más allá de que el estudiante en cuestión se concentre mejor.

Obviamente en una clase online existen muchos contratiempos como los problemas continuos que acarrean las aplicaciones informáticas con la que se transmite la clase pero solventados los problemas de comunicación la diferencia radica en el contraste de la supervisión del profesorado al estudiante en la clase presencial y en la online que provoca que el alumno por la inercia de las continuas clases y al estar en un ecosistema social con tantas distracciones y fluctuaciones acostumbrado a tener una comunicación directa con el profesor, acabe desconcentrándose de la clase. Por ello es considerablemente mejor la clase presencial aunque la clase online es una opción igual de válida para suplir ciertas inconveniencias tales como él no poder asistir presencialmente o, quien sabe, una pandemia global.


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